La OIT instituyó el primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil en 2002, como una forma de poner de relieve la gravísima situación de niños, niñas y adolescentes que están en trabajo infantil.
Desde esa fecha, cada año, la OIT convoca a nivel mundial a conmemorar este día en torno a un mensaje particular, en 2010 es: “Metamos un gol: erradiquemos el trabajo infantil”, considerando que la fecha coincide con la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica
El Día mundial ofrecerá a las autoridades nacionales y locales la oportunidad de organizar actividades y aumentar así el movimiento mundial contra el trabajo infantil. En este Día la OIT hace un llamado para:
Reiterar la urgencia de luchar contra las peores formas de trabajo infantil.
Redoblar los esfuerzos a nivel mundial, nacional y local mediante la toma de medidas contra todas las formas de trabajo infantil como parte integrante de las estrategias de lucha contra la pobreza, de protección social y de planificación de la educación.
Forjar un compromiso político y social para combatir el trabajo infantil, en el que la sociedad civil y los actores sociales desempeñen un papel de liderazgo en las actividades de promoción y sensibilización.
En el mundo, según el informe global de la OIT 2010, 215 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años, son víctimas de trabajo infantil. De ellos 14 millones viven en América Latina y el Caribe y de estos aproximadamente 9 millones están en situación de trabajo peligroso, lo que amenaza su integridad física y sicológica.
Trabajo infantil en ChileDe acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes (OIT- MINTRAB- INE, 2003), hay más de 200 mil personas entre 5 y 17 años que trabajan. De éstos 107 mil, el 3% trabaja en condiciones inaceptables, es decir, no asisten a la escuela, laboran en la calle, y/o en jornadas extensas o nocturnas. A ello se suma, que al menos 42 mil (1,2%) realiza trabajo doméstico para su propio hogar por más de 21 horas a la semana.
Las principales consecuencias del trabajo infantil son el sufrimiento físico, psicológico y moral. A esto sumamos el distanciamiento de la educación, que será a su vez una de las causas de su pobreza futura. Este último factor determina directamente las posibilidades de obtener mejores oportunidades en su vida adulta como por ejemplo, poder optar a un “Trabajo Decente”
Tomado de http://www.oitchile.cl/ipec-3.php