viernes, 11 de junio de 2010

DIA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL


La OIT instituyó el primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil en 2002, como una forma de poner de relieve la gravísima situación de niños, niñas y adolescentes que están en trabajo infantil.

Desde esa fecha, cada año, la OIT convoca a nivel mundial a conmemorar este día en torno a un mensaje particular, en 2010 es: “Metamos un gol: erradiquemos el trabajo infantil”, considerando que la fecha coincide con la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica

El Día mundial ofrecerá a las autoridades nacionales y locales la oportunidad de organizar actividades y aumentar así el movimiento mundial contra el trabajo infantil. En este Día la OIT hace un llamado para:
Reiterar la urgencia de luchar contra las peores formas de trabajo infantil.

Redoblar los esfuerzos a nivel mundial, nacional y local mediante la toma de medidas contra todas las formas de trabajo infantil como parte integrante de las estrategias de lucha contra la pobreza, de protección social y de planificación de la educación.

Forjar un compromiso político y social para combatir el trabajo infantil, en el que la sociedad civil y los actores sociales desempeñen un papel de liderazgo en las actividades de promoción y sensibilización.
En el mundo, según el informe global de la OIT 2010, 215 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años, son víctimas de trabajo infantil. De ellos 14 millones viven en América Latina y el Caribe y de estos aproximadamente 9 millones están en situación de trabajo peligroso, lo que amenaza su integridad física y sicológica.

Trabajo infantil en Chile

De acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes (OIT- MINTRAB- INE, 2003), hay más de 200 mil personas entre 5 y 17 años que trabajan. De éstos 107 mil, el 3% trabaja en condiciones inaceptables, es decir, no asisten a la escuela, laboran en la calle, y/o en jornadas extensas o nocturnas. A ello se suma, que al menos 42 mil (1,2%) realiza trabajo doméstico para su propio hogar por más de 21 horas a la semana.

Las principales consecuencias del trabajo infantil son el sufrimiento físico, psicológico y moral. A esto sumamos el distanciamiento de la educación, que será a su vez una de las causas de su pobreza futura. Este último factor determina directamente las posibilidades de obtener mejores oportunidades en su vida adulta como por ejemplo, poder optar a un “Trabajo Decente”


Tomado de http://www.oitchile.cl/ipec-3.php